viernes, 19 de octubre de 2012

El güero




Estoy seguro que alguna vez han pasado por esto y en caso de que no, imaginen lo siguiente: uno de sus amigos de la escuela o trabajo, los invita a una fiesta en su casa y ustedes sólo conocen a quien los invito pero no a los demás, es difícil ¿verdad? A mí me ha pasado y se que puede llegar a ser incomodo, es por eso que cuando uno de mis carnales me presenta a uno de sus amigos, trato de hacerlo sentir en confianza, le hablo como si fuera uno de mis amigos y trato de involucrarlo con el grupo.

Así fue como un día llegó a mi casa el que ahora es uno de mis más queridos carnales, mi primo lo llevó a una fiesta en la que estaríamos todos, convivimos con él, la pasamos bien y cada vez más seguido mi primo lo fue invitando a la casa, después de un tiempo y sin darme cuenta de cómo o porqué, el güero me hablaba a mí para ver que íbamos a hacer o yo le hablaba a él para invitarlo a las fiestas y así fue como nos hicimos buenos amigos y después carnales.

El güero es un carnal al que yo admiro mucho (creo habérselo dicho alguna vez en una borrachera pero en caso de que no, o no lo recuerde aquí lo dejo plasmado), es un trabajador incansable, bueno para los negocios, de esos compas que con la pura labia te ensartan con un crédito (no es que el trabaje en eso, es sólo un ejemplo), muy buena persona, es de esos que se quitan la camisa para dártela, siempre que platicas con él, te escucha y, si lo tiene, te da un consejo, si la estas cagando, te lo dice, no se anda con mamadas (sus palabras) y hace lo que sea por ayudar a sus carnales. Es un cabrón fuera de lo común y para que entiendan qué tanto, estaba estudiando ingeniería textil y trabajaba en el ambiente de sistemas… si, así de raro es mi carnal, él siempre ha sobresalido en los trabajos en los que ha estado, es un luchador de bajo perfil contra el sistema, he pasado horas escuchándolo hablar de cómo el pueblo está reprimido y necesitamos hacer una revolución para cambiar al país, o de todo lo que sabe de los aztecas y de la historia de México, este carnal es como wikipedia, cualquier cosa que le preguntes la sabe y aunque no la sepa, te da la respuesta a su estilo, siempre divertido y siempre haciéndote reír, y aunque ha tenido unas circunstancias familiares no tan favorables como muchos de nosotros, ha salido adelante a base de esfuerzo, trabajo duro y siempre por la línea del bien.

Este carnal tuvo algo así como los años perdidos de Jesús (no se ofendan por favor católicos) fueron como 2 años en los que no supimos nada de él, no lo podíamos contactar, no nos hablaba y no iba a la casa hasta que un día lo vimos de nuevo y nunca supimos que hizo en ese tiempo pero agradecemos que regresó para quedarse.

Al ser uno de mis más viejos carnales, ha estado conmigo en muchas (innumerables) aventuras, borracheras, parrandas, desmadres y demás, con él, me puse una de las más memorables y duraderas borracheras en la vida, una que empezamos un Jueves en mi casa  y terminamos un Domingo en la suya, una vez fuimos a acampar a Huasca de Ocampo con nuestras novias, nos apuntamos para una caminata nocturna por el cerro y cuando llegó la hora, estábamos tan borrachos que apenas y podíamos caminar, pero fuimos y completamos la caminata sin una sola caída, como los hombres. También fue participe en muchas de las banqueteras que organizábamos en casa y en varias ocasiones él era el culpable, ¿se acuerdan de Acapulquirry? Pues él también estaba ahí, este carnal es ya como de la familia y hasta en alguna navidad o año nuevo estuvo con nosotros.

Ustedes saben lo difícil que es encontrar amigos, yo siempre digo que amigos tengo muchos pero carnales pocos, es casi imposible encontrar personas en las que puedes confiar al 100% que sabes que estarán ahí cuando los necesites sin importar nada y que nunca te reclamaran ni exigirán nada a cambio, el güero es uno de ellos y yo le agradezco que después de tantos años, sigamos siendo tan carnales como siempre.

viernes, 12 de octubre de 2012

Las banqueteras




Las banqueteras son algo que todos tenemos que hacer al menos una vez en la vida, o en mi caso, una vez a la semana…

El diccionario define “una banquetera” como la acción y efecto de beber con los amigos en la banqueta. Algo así como una fiesta en la banqueta, al menos tiene todo lo que tiene una fiesta, amigos, alcohol, música, risas, buena charla, burlas, carrilla y a veces, hasta baile.

En la colonia en donde vivía con mis padres, no era raro encontrar al nanches en esas banqueteras, lo mejor de todo es que no había nada planeado, por ejemplo, bastaba con que le chiflara al negro y nos íbamos por una caguama y de ahí a la banqueta de fuera de mi casa o la suya, en lo que nos bebíamos dos, llegaba otro de la banda al que le correspondía ir a rellenar las chelas, y de ahí en adelante todo es progresivo, pasa otro de la banda en su auto y se estaciona frente a nosotros, deja la música y se baja a beber, luego pasa otro con su familia y nos dice: ahorita regreso, varios nos hablan para ver en donde andamos y les decimos afuera de la casa de quien estamos, uno a uno van llegando y rellenando las cervezas que después se convierten en cartones y así es como de la nada, juntas a 20 o más en la banqueta fuera de tu casa.

Ya sé que muchos dirán: ¿en la calle? Pues sí, eso es parte del encanto de las banqueteras, estar al aire libre, cuidándote de las patrullas que son enviadas por tu vecina que ya es mayor y no soporta el ruido “infernal” de la música o risas o gritos de la plática de borrachos. O las mamás que salen a hablarnos para que ya nos metamos, mi madre siempre me amenazaba diciendo que un día iba a ir por mí y me llevaría a la casa, que no le importarían mis amigos (bariles, como ella les dice) jaja.

Una de esas tantas veces, iba llegando a casa pero vi a la banda en la esquina, me estacione y me baje a convivir con ellos, muchas chelas, música, platica y risas después, empecé a llegar a ese punto en el que tu vista se va quedando atrás de tus movimientos, cuando volteas a un lado pero tu vista va como en cámara lenta, empecé a escuchar a todos con eco y es todo lo que me acuerdo, lo siguiente que recuerdo es despertar en mi cama y a 5 segundos de abrir los ojos, llegó una tremenda punzada en la cabeza, me sentía pésimo, una señora cruda la que tenía en ese momento pero en seguida me acorde de mi auto, sabía que había llegado en el, pero no me acordaba de que lo hubiera metido a la casa, pensé que lo más seguro es que estando tan cerca de casa, pensé que había ido caminando y deje el auto ahí en la esquina en donde estaba bebiendo, así es que me pare lo más pronto que pude y cuando iba a asomarme al patio, me vio mi hermana, le pregunte por el coche y me dijo: ahí está, en el patio… ¿no te acuerdas que lo metiste? La verdad es que no, después de el eco y la vista no recuerdo mucho, pero eso es otro de los encantos de las banqueteras, estas cerca de casa, toda tu banda te cuida si te emborrachas, después me dijeron que nos fuimos todos al mismo tiempo, que metí el auto sin problemas y que uno de los que viven enfrente y estaba mejor que yo se esperó hasta que metí el auto y después nos despedimos.

De tantas veces que hacíamos eso, la mamá de mi carnal el negro nos decía que éramos los reyes de la colina…

Si alguna vez han estado en una, sabrán exactamente de lo que les hablo, si nunca han estado en una, créanme que se han perdido de mucho, ese sentimiento que tienes cuando ya vez  el sol que se está asomando y tú has estado en el mismo lugar las últimas 12 horas, riendo, platicando, conviviendo con tu banda y disfrutando de todos esos momentos es invaluable.

viernes, 5 de octubre de 2012

El sueño de todo empleado




Todos tenemos diferente idea de lo que es el sueño de todo empleado, por ejemplo algunos dirán que el sueño de todo empleado es ser Pepe o Toño (su propio jefe). Otros podrán decir que el sueño de todo empleado es trabajar en Victoria Secret o que su jefa sea una mujer/hombre guapísima/o y de muy buen cuerpo que aparte de todo los trate muy bien y les aumente el sueldo cada mes. En general, estoy de acuerdo con esos diferentes sueños, pero contesten sinceramente a esto: ¿Cuántas veces han querido mandar a la chingada a su jefe?

Cuando aún estaba trabajando en Tralcom, una consultoría en la que viví momentos increíbles y conocí personas asombrosas (después les contare sobre eso), empezaron a ofrecerme trabajo en una de las divisiones de IUSA (no confundir con IUSACELL), que se encargaba de todos los sistemas de las empresas de la esposa del dueño, creo que las han visto en los centros comerciales del DF se llaman: Sparkling Princess y es en donde visten a tu hija de princesa, la maquillan, toman fotos y demás cosas que a las niñas les gustan. Como sea, en ese momento me ofrecían un aumento considerable, prestaciones y entrar a un corporativo en donde se suponía yo podría hacer carrera, después de pensarlo y analizar pros y contras, me decidí y me cambie de trabajo… Mala idea.

Para empezar, mi jefe era un guey que sólo era mi jefe porque había estado ahí toda su vida y no porque realmente supiera, no sabía programar, no sabía redes, no sabía nada del ambiente web, en fin, esa fue la primera decepción, la oficina en que estaba, distaba mucho de ser una oficina de un corporativo y aparte de todo, me quedaba lejísimos de casa, con todo esto de factor no tarde mucho en empezar a pensar que me había equivocado al cambiarme de trabajo, pero como buen profesionista que soy, me aguante como los machos y le seguí. Pero todo lo anterior no era lo peor, como ustedes saben, en México casi no pasa que si eres amigo del dueño de una empresa, y por amigo me refiero claro al lame botas oficial, y por botas me refiero claro a huevos, por lo general eres el jefe de su empresa, bueno pues este raro caso pasaba en ese lugar, la jefa de todos, era una señora que por estar toda su vida laboral como empleada de la dueña, se había ganado su confianza y estaba al mando cuando la dueña no estaba en la oficina, que era casi todo el tiempo.

Esta señora, primero se trató de meter con mi forma de vestir, cosa que obviamente no permití, después se trató de meter con mi horario de trabajo, con la forma en que me llevaba con los del almacén y hasta me decía que no le tenía que hablar a las compañeras de la oficina… La gota que derramo el vaso, fue cuando de buenas a primeras se pensó ingeniero en sistemas y trató de decirme como hacer mi trabajo, para su mala suerte, todo lo que les conté en las líneas de arriba ya estaba rondándome en la cabeza, ya no iba a aguantar mucho tiempo y estaba a punto de explotar y ella llegó con sus manitas a liberar la presión…

Recuerdo como si hubiera sido ayer lo que le dije: 

A ver “señora” (si, use mis manos y dedos en forma de comillas cuando lo dije) ninguna “contadora” me va decir cómo hacer el trabajo que sólo un ingeniero en sistemas sabe hacer, ya estoy harto de tu nefasta persona así es que toma el trabajo, hazlo como tú quieras y a chingar a tu madre.

Acto seguido, me di media vuelta y me fui al corporativo a renunciar, sentí una paz combinada con libertad y ese sentimiento de triunfo que te hacen sentir como el guey mas cabrón del mundo. Llegan do al corporativo, resultó que ya tenían mi despido y hasta liquidación me dieron jeje, una gran forma de cerrar ese gran día fue llegar a la casa de mi compadre (el negro) con unas chelas y a celebrar.