lunes, 6 de abril de 2015

De aniversarios y mudanzas.




Si son hombres y están casados, juntados o en planes de, seguramente coincidirán conmigo, a las morras nada más les das el sí y ya andan comprando estufa, lavadora, sala etc. Si son mujeres, seguro están diciendo: “nah” pero saben que es cierto. Las negociaciones entre la peque y yo tenían poco de haber empezado cuando ya me estaba diciendo de una venta de fin de año que organizan en Mabe, y sí, salí de la dichosa venta con lavadora, refrigerador y horno de microondas… Pero no me arrepiento, hasta la fecha le reconozco a la peque su gran acierto porque hemos visto el refrigerador y lavadora más caros hoy día que lo que nos costó hace más de 3 años.

Al principio dices “si hay que  vivir juntos” y no piensas en lo que esas palabras significan realmente pero al poco tiempo, te vas dando cuenta del pedote en el que estás metido. Primero es un desmadre para encontrar un departamento que, más o menos, sea de tu agrado y que esté dentro de tu presupuesto, ya que lo encontraste, los pinches trámites para que te lo renten, me han contado casos en los que parece te van a dar empleo de todo lo que te piden; mi caso no fue algo tan drástico, la parte más difícil fue conseguir quién fungiera como aval y estuviera dispuesto a prestarnos una copia de las escrituras de su casa, cosa nada fácil como se podrán imaginar, por cierto, muchas gracias a Carmelín y Enrique (tíos de la peque) que nos hicieron ese enorme favor, nunca lo olvidaremos.


Ya tienes el depa, ¿y ahora? Pues ahora es cuando inicia la chinga de verdad vato. Recuerdo que saliendo de la oficina me pasaba al departamento para pintarlo, sin más compañía que la de un viejo radio despertador (regalo de mi mami), a eso de las 12 o 1am, me iba a casa a  dormir y al día siguiente hacía lo mismo, ya ni les cuento de subir los muebles al departamento… Al final, vale la pena el esfuerzo, el cansancio te lo quitas con un par de chelas y un día de descanso, la satisfacción de tener el departamento como tú quieres, te alegra los días.


Recuerdo bien el primer día que la peque y yo vivimos juntos, fue el 31 de Marzo del 2012. Y antes de que las morras se enamoren de mí por recordar fechas importantes, les voy a contar el truco:


Una semana antes, peque, mis tíos favoritos y yo fuimos al vive latino (así es banda, nanches iba a esos rituales paganos) a ver a café tacva, para los que no me conocen lo suficiente, los tacvos son uno de mis grupos favoritos, como sea, vivimos una noche inolvidable y gracias a Google, sé la fecha exacta de aquella noche, 24 de Marzo, lo demás son simples matemáticas.


No se me olvida la cara de mi padre cuando me despedí de él para irme a mi nuevo hogar, seguro fue un momento muy duro para él pero al mismo tiempo, sé que estaba feliz de verme abandonar el nido (frase de chepa), te amo papá.


Hoy como hace 3 años, una nueva mudanza nos espera, ya pasamos por el proceso de limpieza y pintura pero lo más pesado sigue pendiente, también como entonces, la familia ha estado ahí para ayudarnos, cosa que no dejo de agradecer.


Tampoco quería que nuestro 3er aniversario pasara inadvertido peque, estos años a tu lado han sido enormes, como ya te lo he dicho, que seas la última persona que veo al dormir y la primera persona que veo al despertar, se ha convertido en parte importante de mi vida, te amo.


Si de algo les sirve, les dejo un consejo: ¡no se muden nunca!

miércoles, 5 de marzo de 2014

It's my birthday!




Muchas cosas han pasado en los últimos 365 días... poco después de los festejos por mi cumpleaños en el 2013, uno de mis amigos y además mi cuñado, enfermó repentinamente y tomándonos a todos por sorpresa, a los 26 días del mes, dejo de existir… descansa en paz Chucho, no te olvidaremos.


En ese mismo mes, cumplí un año de compartir mi vida con mi hermosa peque, no ha sido nada fácil pero todo el esfuerzo vale la pena, he madurado, crecido y aprendido mucho con esta experiencia, eso sin mencionar claro lo bien que nos la hemos pasado y lo felices que somos


Después de trabajar durante 5 años para grupo salinas y por causas de fuerza mayor, en los primeros días de Abril terminaba mi aventura en esa empresa. Durante ese tiempo aprendí muchas cosas e hice grandes amigos con los que sigo compartiendo experiencias, risas y buenos momentos. Y como ustedes ya bien saben, cuando una puerta se cierra, se abre una ventana (o algo parecido) así comenzó mi aventura en Infor.


Uno de mis mayores y más difíciles objetivos al empezar el año, era correr un medio maratón, sin importar que lo hiciera el último día del año pero tenía que ser en el 2013, me entrené y esforcé mucho para conseguirlo y en Agosto pude cumplirlo y aunque ustedes no me crean, lo mejor de ese día no fue cruzar la meta y el sentimiento de éxito que llega en esos metros finales, lo mejor de ese día es que pude correr varios kilómetros al lado de mi padre y ese sentimiento no puede describirse con palabras.


Entre Octubre y Noviembre tuve la oportunidad de cambiar de auto, varios de ustedes saben lo mucho que me gustaba el astro boy pero hay oportunidades que no se pueden dejar pasar y esa era una de ellas así que puse a la venta el astra y gracias a uno de mis carnales, que por cierto también es uno de mis tíos, pude cambiarlo por un Ibiza que ha salido muy bueno pero tiene unos zapatos muy grandes por llenar.


En Diciembre banda, logré hacer realidad uno de mis más grandes sueños, algo con lo que había soñado desde hace muchos años… estar en un partido de los San Francisco 49ers, entrar al Candlestick Park, uno de los estadios que más historia tienen en la NFL, gritar, apoyar, sentir, vivir un partido de los niners en vivo y qué partido me tocó carnales, nada más y nada menos que el último partido en la historia del estadio ,fue mucho el sacrificio pero créanme, todo lo hecho para conseguirlo, valió la pena.


El que pasó, fue un año lleno de grandes alegrías, pérdidas, sacrificios, logros, trabajo y afortunadamente, mucha salud, para mi y para mis seres queridos, hoy no me queda más que agradecer por todo y seguir persiguiendo mis sueños. A todos ustedes, familia, amigos, compañeros, twitteros o lo que sea, les doy las gracias por compartir una parte de su tiempo conmigo, gracias… totales.

jueves, 8 de agosto de 2013

La cuenta por favor.




Hace ya algunos años, dentro de mi grupo de amigos había unos compas que trabajaban de meseros los fines de semana; cuando empecé a conocerlos, me invitaban a ir con ellos a los eventos, fui un par de veces como “invitado”, me dieron de comer, de beber, bailé y me divertí como si fuera familiar de los que organizaron el evento, después de eso, no necesité más para querer ir con ellos cada semana.

El trabajo es cansado, hay que llegar horas antes al salón para poner mesas, sillas, manteles, cubre sillas, limpiar los platos, vasos, cubiertos… en pocas palabras, dejar el salón bonito, impecable para cuando llegue la gente; después de eso, tienes que estar al pendiente de las personas que hay en tu mesa, sin mencionar la hora de la comida, levantar los trastes sucios, todo el tiempo que te la pasas de pie, etc.

Pero créanme, ese ha sido uno de los trabajos en los que más me he divertido en la vida, una de las cosas que siempre digo cuando llego a hablar de esa etapa de mi vida es:

“Iba a la fiesta, bailaba, comía, bebía lo que quería, me divertía y aparte de todo, me pagaban.”

De todos los eventos en los que participé, me tocó ver de todo, permítanme comenzar con el más aburrido de todos: una boda cristiana. No es mi intención ofender a nadie, pero para empezar, la boda fue en domingo a eso de las 11am, en el salón no se escuchaba nada que no fuera música cristiana, nadie bailaba, nadie reía, nadie platicaba con nadie y por espacio de 30 minutos nos sacaron del lugar porque iban a orar o no sé qué carajos iban a hacer pero sólo personas cristianas podían estar dentro…

Una vez nos tocó ir a una boda en una casa en Cuernavaca, fue un evento maratónico de más de 12 horas de servicio, cuando empezamos a trabajar, los invitados sólo tomaban vodka, brandy, ron, tequila o whiskey y en el patio trasero de la casa, había una pared tapizada con cartones de cerveza, dos lavadoras y 2 tinas improvisadas como hieleras y nadie las pelaba… (Pausa para cara de incredulidad), aunque estábamos bajo la sombra, el calor se sentía muy fuerte y poco nos esperamos para entrarle a las chelas. Para cuando el anfitrión fue a decirnos que podíamos tomar cerveza si queríamos, ya habíamos acabado con 2 o 3 cartones, después de eso, el consumo ya fue descarado, horas antes de que terminara el evento, uno de mis carnales ya estaba muy borracho para seguir trabajando y lo tuvimos que dejar en el patio trasero para que la gente no se diera cuenta.

En otro evento llegó uno de esos “nuevos ricos” que lo primero que me dijo fue: ‘atiéndeme bien gallo, por cada vez que yo te pida que me sirvas vas a perder dinero.’ Aparte de que era mi trabajo, el guey era de esos que caen bien, entonces para todo era gallo esto, gallo lo otro, el vato hasta me mandó a su camioneta por más alcohol, al final cuando se iba, se paró y me dijo: te rifaste gallo toma y me dio 800 pesos pero nada como la satisfacción de un trabajo bien hecho… Nah, el varo estuvo chingón.

La verdad es que fueron de los años más divertidos de mi vida, y lo que son las cosas, resulta que alguna vez trabajé en un evento para la familia de la que ahora es dueña de mi corazón.

Ahora cuando voy a bodas, XV años o eventos en salones de fiestas, no me pongo loco con los meseros pero si noto quién se está haciendo guey y quién sí está trabajando, a los flojos sólo les doy poco de propina y sólo porque sé lo que es llegar a poner las mesas y servir la comida, pero a los que se rifan, les doy 500 varos… bueno no, la neta no, pero si les doy sus 100 bolas, algo es algo ¿no?.

viernes, 5 de julio de 2013

Mi mejor amiga.




Cuando alguien les diga que el bullying no les va a dejar nada bueno, piénsenlo dos veces…

Hace ya algunos años, en mi grupo de 2° de secundaria había un morro que se la pasaba molestando a los más pequeños, yo no era tan pequeño pero igual me molestaba, una vez me desesperó tanto que lo reventé, le di un par de golpes en la cara y lo tiré, el morro se espantó tanto que después de eso, no volvió a quererme molestar, desafortunadamente para él, se convirtió en la victima del naciente bully.

Pasamos al último año de secundaria, bueno casi todos porque el morro en cuestión reprobó el año y sus papás lo dejaron en la misma escuela… mala idea padres, ustedes mismos provocan el bullying contra sus hijos; como sea, una vez que íbamos bajando al receso, vimos a este morro y la carrilla empezó, le dijimos de todo, le dimos pamba y todas esas linduras que los pre adolecentes hacen; para su mala suerte, él estaba con una chica y cómo siempre pasa cuando hay mujeres involucradas, nosotros nos lucimos más, así fue como conocí a una de mis mejores y más antiguas amigas: Nadia.

Con el paso del tiempo, Nadia y yo nos hicimos los mejores amigos, íbamos a jugar basquetbol juntos, iba a su casa y nos pasábamos horas hablando, salíamos algunos fines de semana, nos contábamos todo lo que nos pasaba, yo la invitaba a algunas reuniones familiares y ella hacia lo mismo; recuerdo que todos pensaban que éramos novios porque a veces nos veían tomados de la mano o abrazados y juntos todo el tiempo. 

Mi amiga siempre fue guapa y sigue siendo, nunca tuvo problemas para tener novios, era muy divertido que sus novios se ponían celosos porque se pasaba mucho tiempo conmigo, yo sólo me divertía, supongo que ella hacia lo mismo cuando mi novia de aquel tiempo se ponía muy celosa de ella pero sin importar los problemas que nos causara, nunca dejamos de vernos.

Cuando ambos nos fuimos a estudiar la universidad, dejamos de vernos tanto como antes pero igual de vez en cuando nos visitábamos, el verdadero problema fue cuando mi amiga se mudó, ahí ya nos fue imposible seguir en contacto y nos distanciamos un poco, ya sólo nos daba tiempo de vernos una o dos veces al año pero cuando esos encuentros ocurrían, era como si no nos hubiéramos dejado de ver.

Hemos pasado muchas cosas juntos, algunas muy malas y tristes en las que sólo estuve yo con ella, otras muy divertidas como una vez que una patrulla nos quería llevar a la delegación por estar tomando cerveza afuera de su casa, su mamá tuvo que salir a decirle a los policías que éramos sus sobrinos, que nos dejara, increíblemente el policía le hizo caso y no nos molestó más.

Hace unos días, me llegó un mensaje en Facebook, era mi amiga diciéndome que me había dejado algo en mi casa, al día siguiente, mi hermano (al que le gusta mucho el gosip), me mandó una imagen de una invitación para una boda… 

Aún no lo puedo creer, pero estoy muy contento, le escribí y la felicité, le dije lo feliz que estaba por ella y que por supuesto ahí estaría en uno de los días más importantes de su vida.